Daniela del Omo y Mariel Jiménez le dieron un giro al formato tradicional de alojamiento para mascotas. Crearon una plataforma digital que permite reservar un hogar para hospedar a perros y gatos.

Hace cuatro años, Daniela del Olmo vivió una mala experiencia. Salió de vacaciones y dejó a Rufo, su perro, en una pensión para mascotas en la Ciudad de México. Cuando regresó, el peludo estaba enfermo por una bacteria que lo afectó gravemente en ese lugar. Poco tiempo después, el canino falleció.

Esta experiencia motivó a Daniela y su amiga Mariel Jiménez a buscar una forma de mejorar el alojamiento para mascotas, una en donde pudieran recibir los cuidados y el afecto de una familia. Entonces, decidieron crear Host a Pet, una startup que busca hospedaje para perros y gatos en los hogares de nuestro país, con servicios de guardería, entrenamiento, baño y transporte.

Su modelo de negocios consiste en la reservación de una o más noches en una de las casas de la red de más de 2,000 host (anfitriones o cuidadores de mascotas) que tiene la empresa, conformados por entrenadores, etólogos, veterinarios y pet lovers certificados, a través de una app móvil y el sitio web. El usuario elige los servicios que necesita y la plataforma sugiere el host más cercano a su ubicación.

El costo promedio del hospedaje es de $220 por noche, aunque depende del tamaño de la mascota y los servicios que se requieran. Como parte del modelo, Host a Pet retiene un 10% del costo de cada reservación al host, y otro 10% al cliente, aunque en los próximos meses será del 16%. “Es una nueva forma de empleo para aquellas personas que son paseadores de perros o que se dedican a bañarlos. Ahora con esta plataforma pueden generar más clientes”, dice Mariel, socia y cofundadora de Host a Pet.

La inspiración
Todo comenzó un año después de que Rufo falleció. Mariel tenía 32 años de edad y Daniela 30, se conocían desde hace varios años y habían emprendido un negocio de lentes. Antes de que eso pasara, Mariel estudió comunicaciones, dejó su último empleo para abrir un negocio de renta de mobiliario y decoración de eventos que actualmente opera su madre. Mientras que Daniela es mercadóloga y tenía una empresa de reciclaje que cerró luego de unos años de esplendor.

Cuando las emprendedoras salían de viaje, se hospedaban en Airbnb, y fue precisamente en esa empresa que encontraron una inspiración para iniciar Host a Pet. ¿Por qué no hay un Airbnb para mascotas en México? Fue la pregunta que detonó el arranque de su negocio con 800 mil pesos propios y de friends & family. Ahora Daniela dirige la empresa y Mariel se encarga de la parte operativa.

Lo primero que hicieron fue validar su propuesta de valor para asegurarse de que realmente resolvía una necesidad y que había alguien dispuesto a pagar el servicio. “Aplicamos encuestas a dueños de mascotas y les preguntamos si les molestaba dejarlas en una jaula, en una veterinaria o con desconocidos”, dice Mariel, “el 100% dijo que no les gusta dejarlas en una pensión, pero que no había otra opción”.

Así fue como empezaron a diseñar la plataforma que lanzaron en 2016 y que les ha dado una ventaja invaluable: “usar tecnología te da la posibilidad de expandir tu negocio y ponerlo al alcance de todo el mundo”, afirma Mariel. Pero aunque la propuesta era factible, vino el primer reto, el más grande que han tenido hasta ahora: ganarse la confianza de los clientes. Para esto decidieron certificar a los host mediante una entrevista laboral, documentación oficial y la visita al hogar para asegurarse de que las mascotas permanezcan seguras y no haya jaulas.

Huellas firmes
A diferencia de las pensiones típicas o las veterinarias, esta plataforma permite estar en comunicación directa y constante con el host a través de chat, fotografía y video para saber cómo están las mascotas durante su estancia. Incluso la empresa cuenta con atención al cliente 24/7 vía telefónica y online. Todos los host tienen experiencia de dos años cuidando mascotas, ya sea una propia o ajena. Además, la startup ofrece un seguro en caso de emergencia.

Gracias a estas medidas, Mariel asegura que no han tenido incidentes y que el 60% de sus clientes llegan a través de recomendaciones. El 70% del target son mujeres y han dado servicio a más de 4,500 mascotas en 51 ciudades de nuestro país, con un porcentaje de recompra del 60%.

Otro de los desafíos que enfrentaron las emprendedoras, fue que los inversionistas creyeran en su modelo de negocios, pues en el mercado mexicano de las mascotas que en 2017 alcanzó un valor de 1988 millones de dólares, según datos de Euromonitor International, no era común este tipo de servicios. Ese mismo año recibieron tres millones de pesos de ángeles inversionistas, que ocuparon para robustecer la plataforma.

En septiembre del año pasado, lanzaron Host a Pet Adopta, una campaña que surgió a raíz del sismo del 19S para dar asilo a los perros y gatos cuyos dueños perdieron la vida o se quedaron sin casa durante el siniestro. Recibieron donaciones de casas que repartieron con ayuda de sus aliados estratégicos como Rescate Animal o la Casa del Mestizo. Actualmente, cada semana integran a una mascota en una nueva familia.

Fuente: https://www.entrepreneur.com